El dilema de los Santos en la junta del diario nacional El Tiempo

El pasado 7 de junio, nueve días después de que Luis Carlos Sarmiento Angulo anunciara que su participación accionaria en El Tiempo llegaría al ciento por ciento, comprando la parte que correspondía a los socios minoritarios de la familia Santos y de Abdón Espinosa se dieron a conocer los nuevos miembros de la junta directiva de dicha compañía.

El grupo, presidido por el banquero colombiano, cuenta también con la presencia de Luz Ángela Sarmiento Gutiérrez, Mauricio Cárdenas Müller, Julio Eduardo Rojas Sarmiento, Néstor Humberto Martínez Neira, Luis Fernando Pabón Pabón, Adriana Santos Calderón, Luis Fernando Santos, Álvaro Enrique Jaramillo Buitrago, Orlando Cabrales Martínez, Alberto Casas Santamaría, María Luisa Mesa Zuleta, Rudolf Hommes Rodríguez y Sergio Arboleda Casas.

En esta junta, se resalta el hecho de que, a pesar de que se esperaba que la familia Santos dejara de lado, totalmente, su participación en la Casa Editorial, luego de vendidas sus acciones, continúa haciendo presencia en la empresa.

Adicionalmente, Néstor Humberto Martínez, ex ministro y ex codirector del Banco de la República, quien fue el representante de los intereses de Caracol TV y RCN TV cuando se iniciaron los debates por el tercer canal, es ahora una de las personas que hace parte de este órgano social del medio que muy seguramente buscará participar en la nueva licitación, una vez esta sea abierta.

Para Mario Morales, analista de medios, estas decisiones pueden analizarse desde dos puntos de vista: el primero está relacionado con el negocio, 'si se mira el anuncio que hizo la Casa Editorial hace unas semanas, donde se informaba que el Grupo Sarmiento había comprado el ciento por ciento de las acciones, dicha comunicación decía claramente que la participación de la familia Espinosa Valderrama ya había sido transferida, mientras que las acciones de los Santos Calderón, que aún estaban en poder de la familia, se iban a demorar algunos meses. Yo le pongo comillas a esa frase porque es donde puede estar el origen de la inquietud, ya que esa demora podría tener que ver, pensándolo bien, con cosas contractuales internas de la negociación o con intereses políticos o económicos del Grupo Sarmiento', explicó.

El analista dijo a este Diario que en términos políticos, podría tratarse de una estrategia para mantener un 'resorte' en el periódico El Tiempo, si es el caso que Juan Manuel Santos decida, a finales de este año, como lo ha anunciado, lanzarse a la reelección. Con ello, tendrían algún grado de injerencia en ese aspecto, pues se trata del principal periódico de circulación nacional. De no ser así, podrían intentar tener fichas a la hora de la decisión de un tercer canal, cuando se abra la licitación. 'Yo abriría la expectativa en tres ámbitos teniendo en cuenta la demora, la pregunta que hay que plantearse es por qué esa demora: por motivos contractuales, por intereses políticos o por intereses económicos', señaló.

En cuanto a la participación de Néstor Humberto Martínez en la junta, dijo que se trata de una persona que conoce del tema del tercer canal, y que a su juicio, no debería existir desconfianza con dicha decisión pues él siempre ha sido un abogado que se ha apropiado del tema de comunicaciones. 'No me genera desconfianza, lo veo como una figura jurídica dentro de la junta, más allá de su conocimiento no puede incidir en la decisión del tercer canal una vez se abra ese proceso'.

La licitación del tercer canal se demora
De acuerdo con algunos expertos como Daniel Medina, ex ministro de las TIC, todavía falta por lo menos un año para que se hable de licitación, pues en necesario que se hagan los nuevos estudios que se han planteado sobre el mercado, así como un análisis sobre la competencia que se presentará entre la que se incluye a los proveedores de televisión por internet. Estos temas también los ha hablado, en otras ocasiones, Jaime Andrés Estrada, uno de los miembros de la junta de la Antv, quien ha dicho que es necesario realizar nuevos estudios porque el mercado ha cambiado notablemente.